dimecres, 18 de novembre del 2009

POLÍTICAS PARA ALCANZAR UNA AGRICULTURA PARA EL DESARROLLO

Irene Pérez Bort y Daniel Viadé Andavert
Máster en Agricultura para el Desarrollo. Escola Superior d’Agricultura de Barcelona (UPC).
Noviembre 2009



Propósitos de las políticas agrarias

El reto de las políticas agrarias actuales es el de lograr aumentar la productividad y rentabilidad de las pequeñas explotaciones, incluyendo investigación agrícola, tecnologías de aumento de la productividad, servicios de extensión operativos, créditos a la producción, mejores sistemas de insumos y adoptando nuevas herramientas de trabajo para alcanzar sistemas agrícolas más sostenibles a nivel social, económico y medioambiental.

Las políticas en primer lugar deben mejorar la disponibilidad de activos de la población pobre que habita en las zonas rurales. En segundo lugar, conseguir que la agricultura de pequeños/as campesinos/as sea más productiva y sostenible, diversificar las fuentes de ingresos, orientar el mercado laboral y la economía rural no agrícola, facilitando la migración hacia otros sectores y tercero una economía rural dinámica.


1. Aumentar el acceso a los activos:

Los activos con que cuenta un hogar son factores determinantes de la capacidad de sus miembros para garantizar su medio de vida y dotarles de capacidad para competir tanto en mercados de economía agrícola como no agrícola, además de facilitarles el poder encontrar empleos en puestos calificados.

Los activos más importantes son:
- La tierra.
- El agua.
- La educación.
- La salud.

En las zonas rurales, los activos, a menudo se contrarrestan por el gran crecimiento de la población, la degradación ambiental, las expropiaciones y las asignaciones de bienes públicos regidos por intereses poco sociales.
Para mejorar su disponibilidad, se requiere de importantes inversiones públicas en riego, salud y educación, o bien, asegurar los derechos de la propiedad, mejorar la administración de las tierras y en algunas zonas, emprender políticas sociales de discriminación positiva a favor de las minorías étnicas y de las mujeres.


1.1 La Tierra

Se requieren redes de protección social y acceso a los créditos para minimizar las ventas forzadas de tierras por los agricultores en épocas de crisis. Las reformas agrarias deben incorporar a los pequeños agricultores en el mercado, reducir las desigualdades en la distribución de la tierra, aumentar la eficiencia y empoderar a la mujer reconociendo su igualdad de derecho a la tierra.
La redistribución de las grandes extensiones subutilizadas para el establecimiento de pequeños agricultores, debe realizarse con el apoyo de actuaciones gubernamentales para garantizar la competitividad de los beneficiarios, mediante formación, subsidios, etc.
En este aspecto son interesantes los ejemplos de Brasil y Sudáfrica, donde la reforma agraria se ha basado en la ley del mercado.


1.2 El Agua

Las políticas deben aumentar la inversión destinada a los sistemas de riego a gran y pequeña escala, a la captación de agua y su almacenamiento para aumentar la productividad de las tierras, que en presencia de agua se multiplica por dos. A su vez, el control del agua proporciona estabilidad de las cosechas y prepara a los pequeños agricultores frente a los riesgos del cambio climático.


1.3 La Educación

Las políticas deben orientarse a mejorar la calidad y el alcance de la educación. Para ello, son útiles acciones como la realización de programas de seguimiento escolar, el fomento de la continuidad de la escuela primaria hasta la formación profesional, la capacitación técnica y empresarial dirigida hacia la nueva agricultura y la diversificación de las enseñanzas hacia las nuevas economías rurales no agrícolas.
Para potenciar estas acciones se pueden usar estrategias de transferencia de efectivo condicionadas a la asistencia a la escuela o de aprovechamiento de conocimientos, como se ha llevado a cabo con éxito en México, Brasil y Bangladesh.
Todo esto es esencial para que los pequeños campesinos puedan aprovechar las oportunidades de la nueva agricultura, puedan acceder a empleos más cualificados y emprender actividades comerciales fuera del ámbito agrícola.


1.4 La Salud

Se deben organizar y coordinar los programas agrícolas y sanitarios para generar grandes beneficios de productividad y bienestar. Las enfermedades como el paludismo, la tuberculosis o el VIH/SIDA han reducido la productividad agrícola sobretodo en el África subsahariana.
Políticas de protección social sobre las familias afectadas son imperiosamente necesarias ya que algunos países presentan un porcentaje del 20% o superior de la población en edad más productiva (entre 25 y 30 años) gravemente enferma o muerta.
La agricultura puede presentar a su vez riesgos para la salud de los habitantes más pobres de las zonas rurales. El riego puede aumentar la incidencia de paludismo y las intoxicaciones con plaguicidas, que provocan 355.000 muertes anuales. La gripe aviar y otras posibles enfermedades de transmisión animal representan una amenaza reciente y de fuerte alarma social.


2. Conseguir que la agricultura de pequeños productores sea más productiva y sostenible:

Para lograr este objetivo se emplea una amplia gama de instrumentos y herramientas políticas:

- Mejorar los incentivos de precios e incrementar la calidad y la cantidad de la inversión pública.
- Mejorar el funcionamiento de los mercados de productos.
- Ampliar el acceso a los servicios financieros y reducir los riesgos en carencia de seguros.
- Mejorar la actividad de las organizaciones de trabajadores.
- Promover la innovación mediante la ciencia y la tecnología.
- Lograr una agricultura más sostenible y proveedora de servicios ambientales.



2.1. Mejorar los incentivos de precios e incrementar la calidad y la cantidad de la inversión pública.

El Banco Mundial (BM) propone políticas de liberalización a las importaciones, lo que dice beneficiara a los/las pobres agricultores/as que son compradores netos de alimentos, pero no obvia que muchos productores saldrán perjudicados. Para estos, el BM plantea políticas sociales de estado, adaptadas a cada lugar.

Las ayudas están cambiando de las antiguas prácticas de apoyo directo relacionadas con los precios de los productos, a otras formas menos distorsionadoras, como la transferencia de efectivo “desconectada” de la producción.

El informe del BM presenta la liberalización total del mercado como la solución para los países pobres, pero hemos podido comprobar con la crisis de los alimentos de 2008, que los países mas perjudicados han sido los más pobres, donde en muchos casos no han podido hacer frente ni al subministro básico de alimentos.

Es cierto que con la plena liberalización algunos países se verían beneficiados. Si tratamos el tema del algodón países como Chad, Sudán, Burkina Faso, Mali y Benín, podrían beneficiarse, siempre y cuando todos los países dejen de subvencionar sus producciones como hace Estados Unidos con su algodón.

Junto con las políticas de liberalización, se requiere de políticas y programas complementarios de ayuda al comercio para compensar a los damnificados, programas de transferencia para facilitar la adaptación de los pequeños agricultores e inversiones en bienes públicos y reformas institucionales.


2.2. Mejorar el funcionamiento de los mercados de productos.

Los cambios en los mercados agrícolas ha producido la aparición de nuevos actores que pueden ser una oportunidad para los pequeños agricultores.
Respecto a los mercados existen distintas soluciones:

- Mercados de alimentos básicos.
- Exportaciones tradicionales a granel.
- Mercados de alto valor.
- Mercados de insumos.


2.2.1. Mercados de alimentos básicos

Reducir los costos de transacción y los riesgos en los mercados de alimentos básicos puede acelerar el crecimiento y beneficiar a las economías más pobres.
A parte de las inversiones en infraestructuras una de las innovaciones más prometedoras son las bolsas de productos básicos, sistemas de información sobre mercados por radio o sms, resguardos de depósito y gestión del riesgo.
Los contratos de futuros hechos en bolsa puede ayudar a relativizar el riesgo de los precios de los productos básicos.
En los países agrícolas la volatilidad de los precios junto con la irregularidad de cosechas hace necesario contar con una red de protección oficial eficaz como mínimo hasta que la zona mejore estabilice su mercado o mejore sus ingresos.


2.2.2. Exportaciones tradicionales a granel.

La tendencia a la baja de los precios internacionales del café y el algodón ha generado una amenaza para la subsistencia de millones de productores.
En este nuevo marco de liberalización se requiere que el estado regule las operaciones comerciales para que sean justas y eficientes.
Otra alternativa para los pequeños productores es el comercio justo y la mejora de la calidad que pueden ser nuevas oportunidades para acceder a los mercados de manera más rentable.


2.2.3. Mercados de alto valor.

Los mercados de alto valor son los mercados agrícolas que más han crecido en los países en desarrollo, por tanto la participación de los pequeños agricultores en estos mercados es otra buena oportunidad.
A su vez la revolución de los supermercados puede ser un nuevo actor y aliado para los pequeños productores. En algunos países de Latinoamérica los supermercados representan el 60% del total de la venta minorista de productos agrícolas.
Para que se dé la participación en estos mercados se requiere de infraestructura de mercado, mejor capacitación técnica, acciones colectivas canalizada a traves de organizaciones de productores e instrumentos de gestión del riesgo. Se deben cumplir estrictas normas de sanidad y calidad si se quiere entrar en los mercados internacionales. Para lograrlo se debe hacer inversión desde las instituciones públicas y del sector privado, en legislación, investigación, infraestructuras, supervisión y certificación de los procesos.


2.2.4. Mercados de insumos.

En algunas zonas, principalmente en el África Subsahariana, los mercados de semillas y fertilizantes, son muy deficitarios, debido a los altos costos de transacción y la economía de escala.
Las subvenciones a los insumos deben encaminarse a solventar las dificultades que encuentra el mercado, con estimulación de la demanda de los mercados privados mediante vales de compra puntuales.

2.3. Ampliar el acceso a los servicios financieros y reducir los riesgos en carencia de seguros.

El sector agrícola sigue teniendo limitaciones financieras, con productos de alto costo cuando estos existen. La dificultad de acceso a estos créditos es doble ya que a parte de su elevado coste la carencia de bienes que sirvan de garantía hace imposible acceder a ellos.

La desaparición de las líneas de crédito especiales para la agricultura de carácter público ha creado enormes carencias.

Una buena oportunidad para el financiamiento del sector rural, es la revolución que han producido las microfinanzas (que dan acceso al crédito sin exigir aval), que han permitido a millones de pobres especialmente mujeres, obtener préstamo.

Las cadenas de suministros integradas y la explotación agrícola por contrato, han facilitado un mejor clima financiero que junto a las tecnologías de la información han reducido costos de transacción, permitido préstamos, aparición de tarjetas de crédito para pagar insumos y realizar transacciones bancarias por telefonía móvil.


La gestión del riesgo de desastres naturales, crisis sanitarias, volatilidad de precios y cambios políticos supone un alto coste para el bienestar y la eficiencia de los hogares rurales. Las políticas gubernamentales han sido en gran medida ineficaces, y el gran número de iniciativas que se han dado pocos logros ha generado en el campo agrícola.

Las descapitalizaciones que se sufren en estos casos generalmente son irreversibles así como los problemas de desnutrición y salud infantil y la desescolarización repercutiendo no solo en el momento actual sino a largo plazo.


2.4. Mejorar la actividad de las organizaciones de trabajadores.

La acción colectiva de las OP (organizaciones de productores) puede reducir los costes de transacción, obtener cierto poder en los mercados y aumentar su participación a nivel de diseño de políticas nacionales. Para los pequeños agricultores estas organizaciones les confieren mayor competitividad. Acostumbran a llenar el vacío dejado por los estados a nivel de suministro de insumos, crédito y líneas de comercialización.
A menudo la eficacia se ve limitada por la poca o mala capacidad de gestión y su poco reconocimiento institucional.
Las políticas que se debe realizar han de facilitar el derecho a organizarse, capacitar a sus dirigentes, empoderar a las mujeres y jóvenes agricultores.


2.5. Promover la innovación mediante la ciencia y la tecnología.

Las políticas han de incrementar considerablemente las inversiones en innovación y desarrollo para reducir la brecha entre países del norte y del sur. Actualmente la inversión en el norte es 9 veces mayor que en el sur.
La rentabilidad de la inversión tecnológica obtiene registros que difícilmente se obtienen e otro tipo de inversiones, en más de 700 proyectos evaluados, la rentabilidad media obtenida es del 43%. Las principales deficiencias que plantea la inversión científica son a nivel de mercado y de gestión de proyectos.
En África Subsahariana, el bajo nivel de inversión en investigación y desarrollo y la escasa transferencia de tecnología ha sido proporcional al estancamiento del rendimiento de las cosechas de cereales.

El bajo nivel de gasto es solo una parte del problema, muchas de las organizaciones públicas de investigación padecen serias limitaciones en materia de dirigencia, gestión y financiamiento.

Por otro lado, los mercados de alto valor son una oportunidad para inversiones de capital privado en la cadena de valor. En algunos casos se necesita que el sector público, privado, agricultores y sociedad civil se asocien para financiar, desarrollar y adaptar innovaciones.

La biotecnología y estrategias para aprovechar los procesos biológicos y ecológicos así como técnicas de labranza de conservación, cultivos de cobertura, control biológico de plagas, son éxitos específicos para algunas zonas. Esto implica acciones descentralizadas, con enfoques más participativos y desarrollar técnicas y productos biotecnológicos con capital público, pensando en las comunidades con menos recursos, como el caso del algodón Bt en China e India, con magníficos resultados en pequeñas explotaciones.


2.6. Lograr una agricultura más sostenible y proveedora de servicios ambientales.

La impronta ambiental de la agricultura ha sido enorme, pero hay muchas oportunidades de reducirla. Desde la cumbre de Rio en 1992 se tiene en cuenta la importancia de las cuestiones ambientales. El futuro de la agricultura se une intrínsecamente a la custodia de los recursos naturales de los que depende.

Tanto la agricultura intensiva como extensiva presentan graves problemas ambientales. La intensificación de la agricultura ha producido reducción de la biodiversidad, mala gestión del agua, contaminación por agroquímicos, intoxicaciones por pesticidas y en muchos casos daños a la salud.
Muchas zonas rurales padecen deforestación, erosión del suelo, desertización, degradación de pastizales y cuencas hídricas.

La respuesta política a este problema es hallar un sistema de producción más sostenible ya que no se puede desacelerar el crecimiento agrícola actual. La participación activa de la mujer en las organizaciones comunitarias mejora la eficacia de la ordenación de los recursos naturales y la capacidad para resolver conflictos.

El pago de los servicios ambientales puede ayudar a superar las fallas del mercado. La protección de las cuencas hídricas y de los bosques genera servicios ambientales (agua potable, flujos de agua estable, secuestro de carbono y protección de la biodiversidad). La certificación ambiental de los productos facilita que los consumidores paguen por la ordenación ambiental sostenible, como por ejemplo por el café cultivado a la sombra o el comercializado según normas de comercio justo.

Por ejemplo, la ordenación del agua de regadío mejora la productividad de este recurso, se reduce la contaminación del agua y la extracción insostenible de los acuíferos. Para conseguir esto cabe invertir en infraestructuras, organizar a los usuarios locales e invertir en tecnología. En definitiva, administrar el riego de forma colectiva.


2.6.1 La urgencia de abordar el cambio climático.

Las personas pobres que dependen de la agricultura son las más vulnerables al cambio climático. La comunidad internacional debe incrementar con urgencia políticas de apoyo y refuerzo de los sistemas agrícolas frente a las variaciones climáticas, en particular en África. Sobre la base de quien contamina paga, los países ricos tienen la obligación de compensar a los países pobres por los costos de adaptación al cambio climático.

La agricultura y la deforestación de los países en desarrollo son uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero, entre el 22% y el 30% del total de emisiones. La deforestación anual se cifra en 13 millones de hectáreas.


2.6.2. Biocombustibles

Una oportunidad para mitigar el cambio climático es la producción cada vez más eficaz y mejor de los biocombustibles. Hay que evitar las políticas de protección sobre biocombustibles a partir de granos básicos, ya que esto puede interferir en los precios de los productos básicos como sucedió en 2008.



3. Economía rural dinámica:

Dos son las líneas principales de actuación política para lograr dinamizar la economía rural:

- Generar empleo en zonas rurales
- Establecer redes de protección


3.1. Generar empleo en zonas rurales.

Debido al rápido crecimiento demográfico de las zonas rurales y el estancamiento del empleo en el sector agrícola, la creación de empleo es un enorme desafío. En Asia y América latina entre el 45% y el 60% de la mano de obra rural participa de la agricultura.
Las nuevas oportunidades de empleo en la nueva agricultura y el sector rural no agrícola serán copadas por las personas más capacitadas partiendo en desventaja las mujeres, debido a su menor nivel educativo.
La migración puede ser una oportunidad de mejora o en muchos casos simplemente el mero traslado de la pobreza del entorno rural al medio urbano.

La prioridad en materia política, es crear más empleos tanto en la agricultura como en economía rural no agrícola; se requiere para eso un clima favorable a la inversión privada mediante la conexión de los mercados locales con cadenas de mayor proyección, reduciendo los costes de transacción, inversión en infraestructuras y el suministro de servicios empresariales e información de mercado.
El gran reto es conseguir empleos de mayor remuneración, reducir la discriminación por sexos con políticas de igualdad y fomentar la educación y la capacitación con incentivos a los padres para formar a sus hijos, elevar la calidad de las escuelas y formar a las nuevas generaciones en las necesidades reales de los mercados locales.


3.2. Redes de protección.

Brindar asistencia social a las personas que son crónica o temporalmente dependientes de ayuda incrementa su eficiencia y su bienestar.
Programas de salario garantizado, transferencia de efectivo y ayuda alimentaria protegen a los sectores más vulnerables en época de crisis.

Es muy importante evitar que estos programas perjudiquen al mercado laboral y a la economía de los alimentos, provocando desincentivo al trabajo para sus beneficiarios, o dándose un mal uso por los receptores generándose un mercado negro y trafico de productos de primera necesidad. Por tanto, se debe alcanzar a los más necesitados en el momento oportuno y durante el periodo de tiempo justo y necesario.


Características de los programas de agricultura para el desarrollo

Una agricultura fundamentada en el desarrollo requiere para su correcta aplicación disponer de un marco de políticas que tenga en cuenta el comportamiento de todos los actores relacionados: el Estado, las instituciones internacionales, la sociedad civil, el sector privado, los donantes y los productores y sus organizadores.

Los programas destinados a desarrollar un país mediante su agricultura deben potenciar todas aquellas vías que posibiliten a la población salir de la pobreza. De esta manera, se deberá trabajar en la mejora de la agricultura minifundista, el empleo asalariado o por cuenta propia en la economía rural no agrícola i la migración a zonas urbanas, con la finalidad de alcanzar los siguientes objetivos:

- Ampliar el acceso a los mercados y establecer cadenas de valores eficientes.
- Mejorar la competitividad de los pequeños agricultores y facilitarles el ingreso en los mercados.
- Mejorar los medios de vida de quienes trabajan en la agricultura de subsistencia y en empleos rurales no cualificados.
- Aumentar el empleo en el sector agrícola y en la economía rural no agrícola y mejorar las capacidades.

Los programas de agricultura para el desarrollo deben integrar estos cuatro objetivos y establecer los indicadores que permitan su evaluación en el tiempo.
A su vez, para que estos programas sean viables deben diseñarse respetando tanto aspectos sociales como económicos y ambientales. Es decir, deben tener en cuenta la totalidad de la población afectada (hombres, mujeres, niños, minorías étnicas, etc.), ser accesibles desde el punto de vista financiero y conseguir minimizar el impacto negativo sobre el medio, satisfaciendo las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones.

El hecho de que estos aspectos sean comunes en todos los programas, no significa que los programas sean universales, sino más bien al contrario, los programas deben ser diferenciales y adaptarse a las particularidades de cada país.


Enfoque de los programas según el país

Países agrícolas

En los países agrícolas es fundamental que los programas vayan enfocados a un crecimiento económico nacional basado en la mejora de la productividad agrícola, que actuará también como instrumento para la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria.
Se requiere una revolución de la productividad basada en los pequeños agricultores y centrada en los alimentos básicos pero incluyendo también exportaciones tradicionales y no tradicionales.
Es básico también que se invierta a largo plazo en la ordenación del suelo y el agua con el fin de aumentar la capacidad de adaptación de los sistemas agrícolas, en especial entre quienes practican la agricultura de subsistencia en lugares aislados y en condiciones riesgosas.
Incentivar el crecimiento agrícola activará la economía rural no agrícola en lo que respecta a la producción de bienes y servicios para el mercado interno.

Las medidas a favor del desarrollo agrícola deben descentralizarse a fin de poder adaptarlas a las condiciones locales. Y los programas de distintos países deben coordinarse para conseguir un mercado más amplio y lograr economías de escala en servicios como investigación y desarrollo.
El programa exigirá estabilidad económica, políticas que mejoren los incentivos para los productores y el comercio y un considerable aumento de la inversión pública (en infraestructuras, caminos y comunicaciones) a fin de mejorar el acceso a los mercados en investigación y desarrollo.


Países en proceso de transformación

El principal objetivo de los programas en los países en transformación debe ser el de reducir las diferencias de ingreso entre las zonas rurales y urbanas y combatir la pobreza rural. Alcanzar este objetivo representaría un descenso enorme del índice de pobreza a nivel mundial.

El crecimiento demográfico está provocando la disminución del tamaño de los establecimientos agrícolas que se vuelven tan pequeños que corren riesgo de no sobrevivir a menos que se disponga de oportunidades de obtener ingresos fuera de ellos.

La disparidad de ingresos entre las diferentes realidades de un mismo país va en aumento. Resolverlas mediante subvenciones podría impulsar la competencia por el gasto fiscal, que representaría un elevado coste de oportunidad para los bienes públicos y las necesidades rurales básicas. En cambio, si estas diferencias se solventan mediante la protección de las importaciones, aumentaría el coste de los alimentos perjudicando así a los más pobres, consumidores netos de alimentos.

Los programas en este tipo de países deben abordar a la vez todos los caminos que permitan salir de la pobreza: agricultura, empleo del sector, empleo en la economía rural no agrícola y la migración. Pero si se logra una voluntad política no es necesario caer en subvenciones ni protecciones, sino que podría optarse por la alternativa de diversificar los sistemas agrícolas para ampliar las vías de salida. Un ejemplo seria optar por los productos de alto valor (cuyo mercado está actualmente en auge).

En este tipo de países es conveniente acelerar la transferencia de mano de obra a los sectores dinámicos de la economía mediante cuantiosas inversiones en la capacitación de la población actual y de las futuras generaciones.


Países urbanizados

Los llamados países urbanizados están experimentando actualmente un auge de establecimientos de venta minorista de alimentos. Los programas dirigidos a estos países deben aprovechar estas circunstancias y trabajar por vincular a los pequeños agricultores con los mercados modernos de alimentos y generar buenos empleos. De esta manera, se conseguirá reducir la elevada pobreza rural que todavía hay en estos países.

Pero para que los pequeños/as agricultores/as puedan alcanzar un nivel competitivo capaz de subministrar la mercancía a los supermercados es esencial que se amplíe el acceso a los activos (en particular a la tierra) por parte de los/las agricultores/as y que estos formen parte de organizaciones de productores eficaces.


Ejecutar un programa de agricultura para el desarrollo

Para poner en práctica los programas, resulta fundamental:

- Fortalecer la capacidad del Estado y los ministerios de agricultura para emprender reformas de gran magnitud.
- Fortalecer la sociedad civil y la democracia, como por ejemplo las organizaciones de productores que pueden hacer oír la voz de pequeños/as productores/as y exigir cuentas a las autoridades.
- Combinar los servicios centralizados y los descentralizados.
- Mejorar la eficacia de los donantes.
- Reforma de las instituciones internacionales.



BIBLIOGRAFIA

Arabella Fraser, Oxfam Internacional (2009). Agricultura para el desarrollo.
Banco Mundial (2008). Informe sobre el desarrollo mundial 2008: Agricultura para el desarrollo.

dijous, 12 de novembre del 2009

LA DEUDA EXTERNA


LA DEUDA EXTERNA

Índice

- Qué es la deuda externa?
- Consecuencias para los países pobres
- Tipos de deudas y relación con el creditor
* Deuda bilateral
* Deuda multilateral
* Deuda privada
- Origen y evolución de la deuda
- Estado actual de la deuda externa
- Responsabilidad española
- Razones para eliminar la deuda
* Deuda ilegítima
* Deuda ecológica
* Deuda social


Qué es la deuda externa?

La deuda externa es la suma de las obligaciones que tiene un país con respecto de otros, que se componen de la deuda pública que es la contraída por el estado y la deuda privada o del sector privado, que es aquella que contraen los particulares en el exterior.
El endeudamiento permite conservar los recursos propios y recibir recursos ajenos para explotar, procesar o producir nuevos bienes y servicios. Pero por otro lado se convierte en un problema cuando dicha deuda se utiliza para fines diferentes para la que fue solicitada o las condiciones de devolución se endurecen, no pudiendo responder a los pagos y esto es lo que ocurre en muchos de los países del Sud.


Consecuencias para los países pobres

Cada año los países del Sud pagan grandes cantidades de dinero a los países del Norte en concepto de servicio de la Deuda, es decir, amortizaciones de los préstamos e intereses; este dinero representa más de 5 veces la suma del préstamo. Aproximadamente la mitad de lo que se paga corresponde a dicho interés y como resultado la deuda va creciendo cada vez más impidiendo liquidar la deuda.

Tipos de deudas y relación con el creditor

- Deuda bilateral: es la deuda que han recibido los países del Sud por parte de los países del Norte y está formado por los créditos a la exportación en condiciones más favorables que las del mercado, es decir, los créditos FAD (Fondo de ayuda al Desarrollo) i por las operaciones de exportación con cobertura por cuenta del estado. Representa un 22% de la deuda a largo plazo. Hay posibilidad de cancelar o reestructurar las deudas en el marco del Club de París, que agrupa al conjunto de países creditores que se reúnen para coordinar las políticas de renegociación de la deuda en los países empobrecidos. Las negociaciones se llevan a cabo entre un país deudor y todos los países creditores.

- Deuda multilateral: es la deuda concedida por las Instituciones Financieras Internacionales (FMI, BM, i Bancos Regionales de Desarrollo a los países del Sud. A partir de la crisis de los años 80, es la fuente de financiación más importante a la que pueden acceder muchos países deudores, principalmente los más empobrecidos. En los países de África Subsahariana esta deuda supone un 37%. A los países que no pueden hacer frente a dicha deuda no se les conceden más créditos, únicamente pueden acceder a IFIs para obtener más financiación.

- Deuda privada: deuda que procede de los mercados financieros, mayoritariamente de la banca internacional. En 2005 ocupaba el 65 % de la deuda a largo plazo y después de la crisis del 82 es la única fuente de financiación a la que pueden acceder muchos de estos países.



Origen y evolución de la deuda

En los años 70 (S.XX) los bancos de los países del Norte comenzaron a dar prestamos a los países del Sud con unos intereses tan elevados que no podían hacer frente a dichos pagos haciendo aumentar más la deuda.
En 1979, subió el precio del petróleo y de los productos industriales importados. Subieron los tipos de interés real como respuesta de las políticas de estabilización de los países del Sud. Disminuyeron los ingresos por exportaciones de los países del Sud a consecuencia de la bajada de los precios de los productos primarios y de la reducción del volumen total exportado. Estas han sido las causas que han disparó la deuda. La mayor parte de la deuda se puede atribuir a estas causas.
En 1982 México se declaró insolvente al igual que muchos otros países y la solución por parte de los países del Norte fue conceder más préstamos para acabar con la crisis. Desde entonces la deuda de estos países no ha dejado de crecer (GRÁFICO 1).


Evolución de la deuda externa en regiones de ingreso bajo o medio (en mil. de dólares) 1980-1998



GRÁFICO 1. FUENTE: http://www.revistainterforum.com/espanol/articulos/070901artprin.html


Responsabilidad española:
Desde los años 80, la deuda de los países del Sud se ha ido incrementando; el objetivo del estado es el cobro de la deuda que los países empobrecidos tienen con España.
En relación al tema de la condonación o alivio de la deuda, España se ciñe a los acuerdos que suscribe el Club de París y las actuaciones que España ha estado llevando a cabo es la de convertir la deuda en inversiones privadas, o reinvertirlas en educación, sanidad para los países más empobrecidos.
La mayor parte de la deuda contraída por los países del Sud con el Estado español es debida a las operaciones de promoción pública de las exportaciones, créditos FAD y seguros de crédito a la exportación de CESCE.


GRÁFICO 2. Fuente: http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Textos&id=4528&opcion=documento#s30


El pico de 2006 (GRÁFICO 2) se debe principalmente a la decisión del gobierno español de destinar aproximadamente la mitad de los FAD de ese año (712,25 mill. de euros) a diferentes programas de Naciones Unidas. El Fondo España-PNUD ha sido el programa más beneficiado para la consecución de los Objetivos del Milenio, al que se le asignó el 15 de diciembre de 2006 la cantidad de 528,00 millones de euros (el 36% de la asignación FAD total de 2006).
En el Gráfico 3 se observa la evolución de la deuda externa a favor del Estado español entre 1996 y 2005.


GRÁFICO 3. Fuente. ODG a partir de los datos CESCE, ICO y MEH.


La zona que cuenta con mayor deuda es América Latina seguida de África Subsahariana (TABLA1).


Deuda del Estado español por áreas geográficas a 31/12/2006
TABLA 1. Fuente. (MEH 2006)

Razones para eliminar la deuda

Las deudas contraídas por los países de Sur se tendrían que eliminar principalmente porque es:

- Deuda ilegítima: porque proceden de préstamos que atentan contra la dignidad de la vida de los ciudadanos del mundo y ponen en peligro la convivencia pacífica entre los pueblos.

* Deuda de opresión: porque surgen como resultado de los préstamos contraídos para financiar actividades humillantes, agresivas o criminales contra la población. Como ejemplo tenemos el régimen del Apartheid en Sudáfrica.

* Deuda de guerra: son las derivadas de préstamos que financiaron planes bélicos con fines imperialistas, financiar los gastos militares destinados a la ocupación territoriales otros Estados.

* Deuda de corrupción: porque son consecuencia de los actos de corrupción, como por ejemplo el desvío de los fondos a las cuentas personales de los gobernantes, funcionarios, sobornos…

* Deuda de élites: es el resultado de la acumulación de préstamos adquiridos por el Estado para beneficiar a una minoría de la población local con poder suficiente para obtener tales favores.

* Deuda de desarrollo: porque surgen a partir de las deudas adquiridas para realizar proyectos de desarrollo que fracasaron o cuyas consecuencias fueron negativas porque no se realizaron estudios de factibilidad técnica, financiera, ambiental o social.
* Deuda de salvamento: deudas generadas por proyectos, restructuraciones económicas, financieras o institucionales que tenían como objetivo el crecimiento económico del país y la reducción de la pobreza. Estas restructuraciones les fueron impuestas por los expertos de los organismos bilaterales de crédito y los resultados tuvieron efectos negativos y no asumibles ni compensables por parte de las instituciones responsables, dejando a la población en una sitación de mayor pobreza e inestabilidad económica.

Si se quisieran buscar más causas, la deuda externa se podría considerar (entre muchas otras):

- Deuda ecológica: Es “una obligación con la biosfera por causa de intervenciones incompatibles en sus sistemas y procesos ecológicos esenciales, que han provocado destrucción de hábitats, extinción de especies y alteración grave de la homeostasis planetaria, con la consecuente amenaza para todas las formas vivientes.”
http://www.joseborrero.com/pages/sp/publicaciones.html

* Deuda del carbono: es la diferencia entre el consumo y emisión de CO2 y de otros gases de efecto invernadero que se da entre los países ricos y los empobrecidos. Según el CDIAC en 2004, el 41,6% de las emisiones mundiales procedían de la quema de combustibles fósiles líquidos (petróleo), seguido del 35,9%, de sólidos (carbón); y un 17,8% de gaseosos (gas natural). El resto estaba generado por la industria cementera y otros, como la quema de gas ‘residual’ en pozos de petróleo. Siendo los países ricos los principales consumidores. En 2004, 28 países africanos tuvieron una emisión per cápita menor a 0,1 toneladas métricas de carbono por persona y año. Contrasta con las 6,81 toneladas per cápita que emite Luxemburgo o las 5,61 de Estados Unidos. Paradójicamente, los países que más sufren las consecuencias del cambio climático son los países que menos CO2 .
* Biopiratería: “El acceso a y uso irregular o ilegal de componentes de la biodiversidad (recursos biológicos y genéticos especialmente) y de los conocimientos indígenas asociados, especialmente como parte de procesos de investigación y desarrollo y de la aplicación de biotecnología. Se asocia también a invenciones protegidas por derechos de propiedad intelectual (especialmente patentes), que directa o indirectamente incorporan estos componentes o conocimientos indígenas obtenidos sin el consentimiento o autorización de sus titulares.” http://www.biopirateria.org/
* Comercio de residuos: Otra de las causas que hacen que los países del Norte se endeuden ecológicamente cada vez más con los países del Sud es la utilización de sus territorios como vertederos. La cantidad de residuos tóxicos que son objeto de compraventa es muy elevada. La Convención de Basilea para el Control de los movimientos transnacionales de los residuos tóxicos peligrosos y su eliminación fue adoptada en 1989 y entró en vigor en 1992. Actualmente hay 149 países que la han ratificado. Estados Unidos es el único de los países enriquecidos que no lo ha hecho.
* Pasivos ambientales: Son el conjunto de daños ambientales (contaminación del agua, del suelo, del aire, del deterioro de los recursos y de los ecosistemas) no compensados, producidos por una empresa en su funcionamiento normal o por accidentes imprevistos a lo largo de su historia. La globalización económica ha favorecido la deslocalización de las empresas y estas aprovechan la permisividad de las legislaciones ambientales y laborales de muchos países del Sud para instalarse.
* Perdida de soberanía alimentaria: se sustituyen cultivos de subsistencia por productos de exportación, que ponen en peligro la alimentación básica de una población contribuyendo a la perdida de soberanía alimentaria; a esta situación se ha de añadir el uso de agroquímicos tóxicos y el peligro que supone para los habitantes de los distintos territorios de países del Sud el hecho de dedicar gran parte de sus tierras cultivables a productos que no son de primera necesidad y que no están dedicados al consumo interno. A esto hay que añadir el CO2 emitido en el transporte de los productos hacia los países del Norte, que es donde normalmente se van a consumir.

Los países ricos han impuesto políticas que han debilitado a los países endeudados. Exigen a estos países que den prioridad al pago de la deuda y dejen a un lado otros aspectos como la sanidad, bienestar, educación de la población. Es ilegítima porque en muchos de los casos los préstamos se dedicaron a la compra de armas, a la financiación de guerras…
Para los países deudores resulta sumamente difícil hacer frente a los pagos, supone un gran esfuerzo financiero ya que sus economías cada vez se debilitan más y dependen de capitales extranjeros.
Muchos países han tenido que dejar de invertir en sanidad, educación, etc. para poder pagar la deuda; además ha contribuido a la explotación indiscriminada de los recursos naturales, que son de las pocas formas que tienen estos países para obtener divisas que les permitan ir pagando una deuda que crece continuamente.
Hay que recordar también que muchos de los países endeudados contrajeron las deudas en gobiernos dictatoriales que desviaron el dinero para la compra de armas, obtención de bienes de lujo entre otros.


Bibliografía

- EL TRANSPORTE DE RESIDUOS. Colectivo para la difusión de la Deuda Ecológica. ODG. Julio de 2002

- DEUDA EXTERNA: UNA HISTORIA INTERMINABLE. Por Judit Cos. Plataforma 0,7

- Deute extern, ¿deute etern?, Quaderns per la solidaritat nº1, Edita Campaña Jubileo 2000, Barcelona 1998.

Páginas web

- Global hoy (2008). Guía de conocimientos sobre la Deuda Externa
http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Textos&id=4528&opcion=documento#s30

- Observatori de la Deuda en la Globalización (2007). Países con deuda contraída con el Estado español
http://www.odg.cat/es/inicio/enprofunditat/plantilla_1.php?identif=606

- Quién debe a Quién (2009). ¿Por qué es necesaria la III Semana de Acción contra la Deuda y las IFIS?
http://www.quiendebeaquien.org/spip.php?article1624

- Universidad de Murcia (1998). Deuda Externa, ¿deuda eterna? Año 2000: Libertad para mil millones de personas. Servicio de protección social y voluntariado.
http://www.um.es/psuv/manifiestos/deuda.php


divendres, 6 de novembre del 2009

AGRICULTURA PARA EL DESARROLLO

Irene Pérez Bort y Daniel Viadé Andavert
Máster en Agricultura para el Desarrollo. Escola Superior d’Agricultura de Barcelona (UPC).
Noviembre 2009



Noticias recientes han vuelto a poner en primera página internacional a la agricultura para el desarrollo.

Roma, 14 oct (EFE).- Según el informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “El estado de la seguridad alimentaria 2009”, en la década de los 80 y a principios de los 90 se logró reducir el hambre crónica debido, en gran parte, al aumento de las inversiones en agricultura tras la crisis mundial de los años 70. Sin embargo, esa tendencia se invirtió y "el número de hambrientos se disparó" entre 1995 y 1997, así como entre 2004 y 2006, coincidiendo con un descenso sustancial de la ayuda al desarrollo dedicada a la agricultura.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, ha recordado cómo "los líderes mundiales han reaccionado con contundencia a la crisis económica y financiera y han logrado movilizar miles de millones de dólares en un plazo de tiempo muy corto". Diouf les ha instado a repetir la "misma acción enérgica para combatir el hambre y la pobreza" y a realizar mayores inversiones en los sistemas agrícolas de los países pobres.
En clave nacional, el jefe del departamento de Cooperación Multilateral de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), José Moisés Martín defiende: "es absolutamente imprescindible volver a poner la agricultura en el centro de la cooperación y de la agenda política",

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Ginebra, 20 oct (EFE).- El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el senegalés Jacques Diouf, pidió hoy triplicar el porcentaje destinado a la agricultura en los fondos oficiales de ayuda al desarrollo, discurso, pronunciado en la 121 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (IPU).

"En los años 70, el mundo invertía un 17 por ciento de la ayuda al desarrollo en sistemas de riego, carreteras rurales, almacenes, sistemas de producción de semillas, fertilizantes para plantas para evitar el hambre en Asia y Latinoamérica "el director general abogó por aumentar el porcentaje destinado a la agricultura en los fondos oficiales de ayuda al desarrollo hasta el 17 por ciento, frente al 5 por ciento que representa actualmente.

Diouf estimó que la agricultura de los países en desarrollo necesita 44.000 millones de dólares al año (29.390 millones de euros) para invertir en infraestructura y maquinaria moderna.
"Esta es una cantidad pequeña comparada con los 365.000 millones de dólares (243.805 millones de euros) invertidos por los países ricos en su agricultura en 2007, ó los 1,3 billones (de dólares ó unos 868.3450 millones de euros) que se gastan anualmente en armamento en todo el mundo"

El contexto político nacional e internacional empieza a reconocer la agricultura como un sector clave para el desarrollo.

Con este escrito se pretende dar respuesta al porqué de estas demandas hechas por algunos de los agentes más importantes implicados en la cooperación y el desarrollo.


INTRODUCCIÓN

La capacidad de la agricultura para reducir la pobreza y ser motor del crecimiento y desarrollo de los países se ha demostrado en multitud de casos a lo largo de la historia, desde la industrialización en Inglaterra en el s.XVIII, Japón a finales del s.XIX, hasta los recientes crecimientos agrícolas de China, India y Vietnam que han precedido a su auge industrial.

Actualmente, tres de cada cuatro personas pobres viven en zonas rurales, 2.100 millones de personas subsisten con menos de 2 dólares al día y 880 millones con menos de 1 dólar al día, dependiendo de la agricultura para su subsistencia.

La agricultura constituye una opción sólida para impulsar el crecimiento, superar la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria. El aumento de la productividad agrícola resulta esencial para estimular el crecimiento de otros sectores de la economía. Pero para que todo esto se concrete, hace falta una fuerte intervención del estado aumentado sus servicios públicos, ordenando los recursos naturales, mejorando su inversión y creando una red de servicios sociales.

En este sentido, la ayuda internacional es una herramienta clave a la hora de impulsar la agricultura y generar oportunidades de desarrollo, pero no debe olvidarse la responsabilidad de los gobiernos a nivel local y nacional de respaldar la agricultura con actuaciones y políticas adecuadas.

Pero últimamente los gobiernos tanto locales como nacionales e internacionales están dejando de lado la política agraria, desaprovechando de esta manera su capacidad de promover el desarrollo. La inversión a nivel mundial es deficiente e inadecuada, puesto que hace falta mucho más apoyo para incrementar los recursos de los hogares pobres, elevar la productividad de los pequeños agricultores y crear oportunidades en la agricultura rural.


AGRICULTURA PARA EL DESARROLLO

La agricultura para el desarrollo representa una oportunidad principalmente a tres niveles:

- A nivel económico

La agricultura como actividad económica representa en los países agrícolas el 29% de su PIB y emplea a un 65% de la fuerza laboral. En el resto de países, el PIB agrícola disminuye a un 5-7% y la cadena de valores de los productos agrícolas puede representar hasta el 30% del PIB.
La agricultura genera empleo a un total de 1.300 millones de pequeños productores y trabajadores sin tierra en todo el mundo. Se ha dado una disminución de la pobreza entorno al 8% (de 1036 millones en 1993 a 883 millones en 2003), el cambio se atribuye en un 80% a las mejoras agrícolas en zonas rurales, pero se centra únicamente en Asia Oriental y el Pacifico.

- A nivel de seguridad alimentaria

La producción agrícola es fundamental para la seguridad alimentaria y fuente de ingresos para el 86% de la población rural, sobretodo en el África Subsahariana. Se estima que la agricultura contribuye a la subsistencia de casi 3.000 millones de personas.

- Como generadora de servicios ambientales

La agricultura esta intrínsecamente ligada a una mejor custodia de los recursos naturales, y puede generar resultados ambientales positivos y negativos. Por una parte, es gran consumidora de agua, provoca contaminación por agroquímicos, erosión y desgaste del suelo, pero a su vez ofrece servicios ambientales que generalmente no se reconocen ni se remuneran, como su capacidad de secuestrar carbono atmosférico, ordenar las cuencas hídricas y preservar la biodiversidad.
La agricultura para el desarrollo pretende cambiar algunas de las prácticas tradicionales menos respetuosas con el medio y volver a los pequeños productores menos vulnerables frente al cambio climático.


TRES MUNDOS AGRÍCOLAS

La contribución de la agricultura al desarrollo es distinta según las características de la agricultura en cada país. En este sentido se pueden clasificar los países es tres grandes grupos: países agrícolas, en proceso de transformación y urbanizados.
Para cada uno de ellos la agricultura para el desarrollo presenta estrategias diferentes tanto en el campo de la disminución de la pobreza como para lograr un crecimiento sostenible.

En los países agrícolas, donde la agricultura es su fuente principal de crecimiento (32% PIB) y el 70% de los pobres viven en zonas rurales, los esfuerzos se dirigen al crecimiento de la producción para disminuir la pobreza y tener especial atención en la seguridad alimentaria. El aumento de la producción ha de darse sobre todo en los pequeños productores. Con estrategias nuevas, distintas a las usadas en la revolución verde asiática.

En los países en transformación, la agricultura ha dejado de ser su fuente principal de crecimiento (7% PIB), pero la pobreza se centra en las zonas rurales (82%) aumentado la brecha de ingresos entre zonas agrícolas y urbanas. Aquí el sector debe enfocarse hacia la agricultura de alto valor, por lo que se requiere de un fuerte compromiso político, no solo de inyección de dinero sino también de prestar asistencia técnica.

En los países urbanizados, la contribución de la agricultura es menor (5% PIB) y la pobreza es principalmente urbana, aun así el 45% de los pobres están en zonas rurales. La agricultura puede ayudar a reducir la pobreza rural convirtiendo a los pequeños productores en proveedores de los mercados actuales, generando empleos en la agricultura y agroindustria y tener especial atención en los servicios ambientales.

Esta clasificación se realiza a nivel de países, pero debe tenerse en cuenta que existen diferencias regionales internas, como por ejemplo el caso de la todavía agrícola Chiapas dentro de México, considerado un país en transformación.


UNA NUEVA AGRICULTURA

La nueva agricultura que se pretende impulsar se encuentra con un escenario diferente del de hace 20 años. La escasez de recursos, el desarrollo agrícola, el cambio climático y la protección ambiental son factores que condicionan la agricultura actual. La agricultura tradicional ha dejado una impronta ambiental que debe reducirse, al igual que la vulnerabilidad de los sistemas agrarios al cambio climático. Por tanto hay que redirigir la agricultura para tener una producción con prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
Hoy en día aparecen nuevos actores a lo largo de la cadena de valores y nuevos mercados con diversidad de consumidores con demandas cambiantes, que toman más importancia y pueden ser un elemento más para lograr el desarrollo de las zonas rurales.

Un ejemplo es la certificación ambiental de los productos que posibilita que los consumidores paguen por la ordenación sostenible.

Tanto la agricultura intensiva como la extensiva han producido problemas ambientales como la deforestación, la erosión del suelo, la degradación de pastizales, la desertización y la degradación de cuencas hídricas. Por tanto la respuesta no es tanto desacelerar el crecimiento agrícola sino encontrar sistemas de producción más sostenibles.

Otro agente a tener en cuenta en la nueva agricultura es la biotecnología, que ofrecen grandes beneficios potenciales a los productores, sin embargo estas inversiones están en manos del sector privado y se rigen por intereses comerciales, por lo que han tenido un mínimo impacto en las comunidades rurales más desfavorecidas.

ACTIVOS

Para llevar a cabo una agricultura que fomente el desarrollo rural sostenible es necesario actuar sobre la mejora del acceso a los activos.

Los activos con los que cuenta un/a campesino/a son elementos esenciales para garantizar una agricultura de subsistencia, permitir la participación en el mercado agrícola e incluso introducirse en la economía rural no agrícola.

Los principales activos son la tierra, el agua y el capital humano.
- En el caso de la tierra es necesario contar con un mercado de tierras eficiente que permita transferir las propiedades a los usuarios más productivos, sin embargo en muchos países la poca seguridad de los derechos de propiedad y las restricciones legales limitan este aspecto.
- El acceso al agua y al riego es un factor determinante de la productividad agrícola. El cambio climático juntamente con las malas praxis que contaminan el agua hacen que este recurso natural sea cada vez más escaso, por ello, la inversión destinada a la correcta gestión del agua adquiere cada vez mayor importancia.
- El capital humano depende de factores como la educación y la salud.
Por una parte, el nivel educativo de las sociedades rurales suele ser bajo en todo el mundo. La demanda de educación es escasa, debido a la participación de los menores en las tareas del campo, pero esto podría corregirse mediante transferencias de efectivo condicionadas a la asistencia a la escuela. Debe mejorar la calidad de la educación para brindar a los campesino/as habilidades técnicas y empresariales útiles en la nueva agricultura y en la economía rural no agrícola.
Por otra parte, la salud de estas personas es más vulnerable, ya que no tan solo están expuestas a las numerosas enfermedades presentes en los países pobres, sino que pueden sufrir intoxicaciones por plaguicidas o aumentar el riesgo de sufrir paludismo, entre otros. La afección a la salud, reduce el capital humano y a su vez, la productividad agrícola, y por ello es necesaria una mayor coordinación de los programas agrícolas y sanitarios.


ACCIONES GUBERNAMENTALES

A nivel gubernamental hay que trabajar para conseguir que los/as pequeños/as campesinos/as sean más productivos/as y sostenibles, mediante una serie de acciones, como:

- Mejorar la calidad y cantidad de la inversión pública.
- Mejorar el funcionamiento de los mercados de productos.
- Ampliar acceso a seguros y servicios financieros.
- Promover la innovación.
- Mejorar la capacitación técnica de los agricultores.
- Lograr agricultura más sostenible.
- Mejorar y potenciar las organizaciones de productores.
- Políticas de género, de empoderamiento de la mujer.

Una política agraria basada en la agricultura para el desarrollo debe tener en cuenta todos estos criterios para así conseguir los siguientes objetivos:

- Ampliar el acceso a los mercados y establecer cadenas de valor eficientes.
- Mejorar la competitividad de los pequeños productores y facilitar su acceso a los mercados.
- Mejorar los medios de vida de quienes trabajan en la agricultura de subsistencia y en empleos rurales no cualificados.
- Aumentar el empleo en el sector agrícola, en la economía rural no agrícola y mejorar sus capacidades.

El sector agrícola debe trabajar en coordinación con otros sectores para generar mayor crecimiento, reducir la pobreza y lograr la sostenibilidad del medio ambiente.

Se requiere una revolución de la productividad basada en los pequeños/as agricultores/as y centrada en los alimentos básicos pero con una diversificación para tener exportaciones tradicionales y no tradicionales, se requieren de inversiones a largo plazo en la ordenación del suelo y el agua para aumentar la capacidad de adaptación de los sistemas agrícolas, sobre todo para las agriculturas de subsistencia en lugares aislados.




BIBLIOGRAFIA

1. Arabella Fraser, Oxfam Internacional (2009). Agricultura para el desarrollo.
2. Banco Mundial (2008). Informe sobre el desarrollo mundial 2008: Agricultura para el desarrollo.
3. Agencia EFE (20 Octubre de 2009). La FAO pide triplicar las ayudas a la agricultura para terminar con el hambre.
4. Agencia EFE (14 Octubre de 2009). La ONU reclama a los países ricos más inversión en agricultura para combatir el hambre.