divendres, 22 d’octubre del 2010

Seguridad Alimentaria

Definición de seguridad alimentaria

Seguridad alimentaria: “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.” (Cumbre Mundial sobre la Alimentación, 1996).

La seguridad alimentaria se apoya en 5 premisas importantes;

-Disponibilidad de alimentos: La existencia de cantidades suficientes de alimentos de calidad adecuada.

-Acceso a los alimentos: Acceso de las personas a los recursos adecuados para adquirir alimentos apropiados y una alimentación nutritiva.

-Utilización: Utilización biológica de los alimentos a través de una alimentación adecuada, para lograr un estado de bienestar nutricional en el que se satisfagan todas las necesidades fisiológicas. Se refiere a la inocuidad y a la capacidad de transformar y utilizar los alimentos.

-Estabilidad: Acceso a alimentos adecuados en todo momento. No deben correr el riesgo de quedarse sin acceso a los alimentos a consecuencia de crisis repentinas, ni de acontecimientos cíclicos.

-Posibilidad de elección: Capacidad para elegir los alimentos en base a su cultura, preferencia o educación. Pone de manifiesto, que todos los factores anteriores están cubiertos, último requisito de la seguridad alimentaria.

-Food security: Alimentos en cantidad suficiente

-Food safety: La garantía de que los alimentos no causan daño al consumidor cuando se preparan y/o consumen de acuerdo con el uso a que se destinan.


Las cifras de hambre

Alrededor de la sexta parte de los seres humanos sufre hambre y mal nutrición en Edmundo. En el 2009 se alcanzo la cantidad de 1.023 millones de personas desnutridas en el mundo, muchas de ellas niñas y niños. Este es la mayor cifra de personas hambrientas registradas desde 1970. Cada 7 segundos muere un niño menor de 10 años en alguna parte del mundo. Como resultado directo o indirecto del hambre. La desnutrición afecta a 1 de cada 6 personas en el planeta.


El informe de FAO del 2008, señala que en el 2007, debido principalmente al aumento de los precios, las personas que pasan hambre en el mundo aumento en 75 millones.
La mayoría de la población subnutrida del mundo vive en los países en desarrollo. Dos terceras partes viven en tan solo 7 países (Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopia, La India, Indonesia y Pakistán) y solo en la China e india vive más del 40%.
Las proyecciones para el 2010 indican que las personas subnutridas disminuirán en todas las regiones, auque a ritmos diferentes. La región con más personas subnutridas sigue siendo Asia y el Pacífico con un reducción del 12%.

Factores que inciden en la seguridad alimentaria
Existen varios factores que contribuyen a que millones de personas, especialmente en la zona rural, pasen hambre y malnutrición.

1. La situación de pobreza.
2. La mala distribución de las riquezas
3. El rápido aumento de la población.
4. La falta de empleos, ingresos y poder adquisitivo de los sectores mas pobres y marginadores de la sociedad.
5. La insalubridad del medio ambiente.
6. La falta de formación básica y la mala inversión de los ingresos.

La seguridad alimentaria depende fundamentalmente del crecimiento del sector agrícola, que es la garantía para el suministro estable, armónico y suficiente de los alimentos. Cuando esto se produce ejerce efectos multiplicadores como el empleo, mayores ingresos y estabilidad en las familias agrícolas.
Es necesario brindarles a los trabajadores agrícolas el acceso a la tierra y a los recursos que aseguren la fertilidad del suelo, su conservación y los recursos hídricos, lo que ofrecerá un crecimiento sostenible a largo plazo.
En la actualidad, por falta de incentivos, la migración masiva de las zonas rurales a las ciudades industrializadas aumenta cada año, causando el abandono del cultivo de la tierra y la disminución en la producción de alimentos tradicionales.
Pero estamos muy lejos de tener SEGURIDAD ALIMENTARIA, especialmente en la mayoría de los países pobres del tercer mundo.
Lo que realmente tenemos es "INSEGURIDAD ALIMENTARIA", que se refiere a "personas desnutridas, con vulnerabilidad y en mal estado nutricional"
El término "desnutridas" se aplica a aquellas personas que, de forma permanente, consumen una cantidad de alimentos insuficiente para sus necesidades, desde el punto de vista de las calorías ingeridas.
La inseguridad alimentaria puede ser crónica o transitoria. Cuando es crónica, se produce la desnutrición.

Propuestas para mejorar la seguridad alimentaria

-Aprovisionamiento sostenible de alimento

Debe haber un cambio de la producción agrícola y ganadera a pequeña escala que garantice los medios de vida de las comunidades locales y fortalezca sus organizaciones. La producción ecológica de alimentos preservaría la naturaleza, rehabilitaría y valoraría el conocimiento local y tradicional y utilizaría tecnologías socialmente justas y apropiadas. Esto maximizaría la contribución de los ecosistemas y mejoraría la resistencia y adaptación de la producción y los sistemas de cosecha, especialmente importantes para enfrentar el cambio climático.

El aprovisionamiento sostenible de alimentos también requiere que la igualdad de género esté en el centro de las reformas agrarias, y que todos los proveedores locales de alimentos de pequeña escala - mujeres y hombres, especialmente jóvenes, agricultores, pastores nómadas, pueblos indígenas y trabajadores – tengan un acceso seguro y control sobre los territorios, las tierras, el agua, las variedades de semillas, la cría de ganado y recursos pesqueros. Este acceso debería ser respetado por el Estado y los actores sociales, de acuerdo con las leyes y gobiernos tradicionales, y con los derechos a los beneficios. Por ningún motivo, el acceso a recursos bajo regímenes de propiedad o tenencia comunales debe privatizarse para el beneficio de una minoría privilegiada.

- Mercados, comercio y políticas de precios y subsidios

Se necesitan políticas nuevas de mercado, comercio y precios y subsidios replanteados que prioricen la producción y consumo local y nacional y las necesidades alimentarias de las personas. Son esenciales sistemas gubernamentales de aprovisionamiento de alimentos, de propiedad y gestión pública, políticas de manejo de las reservas y una regulación justa del mercado para garantizar precios buenos y estables para los proveedores de alimentos de pequeña escala, y para evitar la especulación, la acumulación y las escaladas de precio de los alimentos.
Los gobiernos y las instituciones internacionales no deberían financiar y facilitar las operaciones de las empresas de agro-negocios, sino que deberían formular y promulgar leyes que reduzcan su poder y, a corto plazo, hacerles social, medioambiental y económicamente responsables ante los ciudadanos.
Se necesitan urgentemente nuevas reglas internacionales de comercio. Estas deberían basarse en los derechos de los pueblos y sus gobiernos a determinar sus niveles deseados de autosuficiencia, protección del mercado y apoyo al aprovisionamiento sostenible de alimentos para el consumo doméstico.
Igualmente urgente es la prevención de dumping de bajos precios a la importación y una prohibición a todos los subsidios directos e indirectos a la exportación. Si están disponibles, los subsidios deberían ofrecerse al aprovisionamiento de alimentos local y ecológico que crea empleos, protege el medioambiente y refuerza las economías locales y nacionales.

- Asegurar el acceso al alimento adecuado

Además de las medidas mencionadas arriba, es crucial asegurar trabajo digno para todos/as y redes de seguridad social universal, especialmente para los más vulnerables. La inseguridad alimentaria en las ciudades es también un serio problema que no puede enfrentarse separadamente de la crisis en el mundo rural. El hambre y la malnutrición en las áreas urbanas pueden reducirse gracias a un aprovisionamiento sostenible de alimentos mediante granjas y huertos urbanos y periféricos, y construyendo “vínculos urbano-rural” en los que las ciudades se alimenten gracias a una provisión sostenible proveniente de las regiones circundantes. Todo esto reducirá también drásticamente la necesidad de ayuda alimentaria de emergencia y de acciones humanitarias.
La ayuda alimentaria de emergencia seguirá siendo, sin embargo, necesaria a corto plazo, pero los recursos necesarios deben hacerse disponibles en cantidad suficiente y de modo tal que no socaven las economías y estructuras locales.
La paz, basada en la justicia, los derechos civiles y políticos, son pre-condiciones para cualquier solución duradera a las guerras, ocupaciones y conflictos. El apoyo especial en todas las áreas de conflicto es necesario para ayudarles a mantener la producción de alimentos y asegurar su acceso.

-Finanzas, deuda y ayuda al desarrollo
La especulación y el comercio con derivados en sectores sensibles, especialmente la alimentación, la agricultura,el agua, las condiciones climáticas y el clima, deben penalizarse y prohibirse con dureza.
Es crucial la cancelación incondicional de la deuda externa de los países del Sur y el inmediato desmantelamiento de las Políticas de Ajuste Estructural (SAPs en inglés
Todos los donantes de ayudas deben cumplir inmediatamente con sus compromisos de pagar al menos el 0.7% de los ingresos brutos nacionales para la asistencia al desarrollo, sin otras condiciones que los programas apoyados, que deben basarse en las prioridades y planes de los pueblos y las comunidades en los países que reciben las ayudas, y de una forma que no creen dependencia de esa ayuda. Debe eliminarse el poder de las instituciones financieras multilaterales sobre las ayudas al desarrollo y los créditos, y los programas y ajustes de ayuda deben estar sujetos al escrutinio público.

-Gobernanza
Las reservas mundiales de alimentos y los bienes naturales para la producción de alimentos deben gobernarse mediante foros responsables transparentes y multilaterales, y mediante acuerdos regionales e internacionales que se forjen, implementen y controlen democráticamente con la total participación de organizaciones civiles y Estados.

Los Estados deberían promover políticas y acciones que apoyen activamente las medidas mencionadas arriba y que hagan realidad la soberanía alimentaria y la progresiva realización del derecho humano a la alimentación adecuada. Además, los proveedores de alimentos, sus comunidades y sus organizaciones deben tener derecho al acceso a la información sobre políticas, tecnologías, programas, acuerdos, en formas apropiadas y accesibles.

El “enfoque de doble componente” de la FAO para combatir el hambre combina la agricultura y el desarrollo rural sostenibles con programas específicamente dirigidos a incrementar el acceso directo a los alimentos para los sectores más necesitados.

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